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Sean firmes y valientes
ReflexionSean firmes y valientes
Sean firmes y valientes
Sean firmes y valientes, no teman ni se aterroricen ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará (Dt 31:6).
El Señor es un guerrero
¿Qué es lo más aterrador que has tenido que hacer? En el caso de los israelitas, en los días de Josué, tuvieron que entrar en una tierra altamente fortificada, poblada por grandes ejércitos y tuvieron que tomarla. Dios les había prometido esta tierra, y su conquista fue Su manera de juzgar la horrible maldad de los pueblos cananeos que habitaban allí (Dt 1:8; 7:2). Pero eso no significaba que fuera un asunto fácil. Apenas cuarenta años antes, en Cades, los padres de la generación de Josué se habían negado a entrar en la tierra por miedo (Dt 1:28). Ahora, después de décadas de vagar por el desierto, Israel tenía otra oportunidad de apoderarse de la tierra.
Pero si esta oportunidad de tomar la tierra iba a resultar diferente a la última vez, Israel debía «ser firme y valiente» como nunca antes lo había sido. No debían «temer ni aterrorizarse ante ellos» (es decir, ante los pueblos de la tierra). Estos mandamientos eran tan importantes para la época de Josué que el Señor se los repitió varias veces (Dt 31:7-8, 23; Jos 1:6-9).
Una cosa es decir: «No tengas miedo». Pero el terror es una fuerza poderosa que puede apoderarse de nosotros y dejarnos impotentes para actuar. Por eso la segunda mitad de este versículo es tan importante, porque da el motivo y el poder para ser fuertes y valientes. Moisés asegura al pueblo que el Señor va con ellos. Deuteronomio 20:4 usa el mismo lenguaje, pero lo amplía: «el SEÑOR su Dios es el que va con ustedes, para pelear por ustedes contra sus enemigos, para salvarlos». En otras palabras, el Señor estaba con Israel como un guerrero. ¡Imagina el coraje que se obtiene al entrar en batalla con el paladín más fuerte y poderoso a tu lado!
Dios está presente
Es más, Él promete no dejarlos ni abandonarlos. Dios le enfatiza esto a Josué: «Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré» (Jos 1:5, énfasis añadido). En contraste con los volubles dioses de las naciones, el Señor nunca abandonará a Su pueblo en manos de sus enemigos.
El Señor nunca abandonará a Su pueblo en manos de sus enemigos
Es fácil para nosotros, que sabemos cómo se desarrolla la historia, decir: «¿Por qué tenían tanto miedo?». Pero imagina ser Josué y todo Israel, y no haber vivido todavía la asombrosa conquista de Jericó (Jos 6), la gran victoria sobre los cinco reyes (Jos 10:1-15) o la posesión de la tierra (Jos 13 – 21). Cruzar el río Jordán hacia una tierra de gran peligro ciertamente requería de una fe fuerte.
De la misma manera, nosotros todavía tenemos que vivir todas las grandes conquistas que Dios nos ha prometido. La iglesia es más que vencedora por medio de Aquel que nos amó (Ro 8:37). El pecado yace muerto a nuestros pies (Ro 6:6; 16:20). Todo pueblo, tribu y lengua doblará la rodilla ante el rey Jesús (Fil 2:10). Pero todavía necesitamos dar un paso adelante con fe hoy. Todavía necesitamos compartir el evangelio con nuestro prójimo que (hasta ahora) ha mostrado poco interés en las cosas de Cristo. Todavía debemos mantenernos firmes contra una cultura que ridiculiza cada vez más a los cristianos por su «intolerancia» cuando defendemos la ética bíblica.
Todavía no hemos visto cómo la iglesia triunfará en medio de estos desafíos. Pero el Nuevo Testamento nos anima con palabras similares a Deuteronomio 31:6. Debemos llevar a cabo la gran comisión (Mt 28:18-20), porque Jesús está con nosotros (Mt 28:20b). Debemos permanecer firmes en nuestro compromiso con la ética cristiana (He 13:1-5), porque Dios prometió: «nunca te dejaré ni te desampararé» (He 13:5).
De hecho, podemos decir algo más de lo que se podía decir en los días de Josué, porque nuestro Salvador ya pasó a través de la muerte a los lugares celestiales. Él ya está en «la tierra» (la nueva creación), reinando en perfecta bienaventuranza. Sigamos adelante sin miedo, confiados en que nos uniremos a Él.
Bendecido lunes!
¡Firmes!
Casa de Oración Resistencia Chaco¡Firmes!
¡Firmes!
Efesios 6:14 forma parte del discurso de Pablo sobre la guerra espiritual.
El versículo dice: *"Estén, pues, firmes, ceñida su cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia"* .
Para comprender el significado de la orden de *"Estén, pues, firmes", debemos entender también la necesidad de tomar "toda la armadura de Dios"*(versículo 13).
Efesios 6:10-20 contiene la famosa metáfora de Pablo de *"toda la armadura de Dios"*, que equipa y prepara a los creyentes para resistir *"las asechanzas del diablo"* (versículo 11).
El pasaje sigue a un debate más amplio sobre la vida recta, modelada según nuestro Señor (Efesios 4-5).
La transición de Pablo a la guerra espiritual refleja tanto las luchas internas contra el pecado, como las batallas externas *"contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes"* (Efesios 6:12).
La orden de Pablo de *"Estén, pues, firmes"* en Efesios 6:14 muestra que es importante que los creyentes mantengan su posición cuando se enfrenten a las fuerzas del mal.
¿Cómo nos enfrentaremos?
En el versículo anterior, Pablo insta a los creyentes a tomar "toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes" (versículo 13, ).
Tomar toda la armadura de Dios representa una postura de preparación y disposición espiritual ante la adversidad.
El imperativo de *"Estén, pues, firmes"* está relacionado con la fiel protección de Dios a Sus hijos.
Los que *"permanecen firmes"* tienen una posición firme y establecida.
Resisten la oposicion y no se derrumban ante la presión.
Pablo conocía bien la protección de Dios: *"Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos"* (2 Corintios 4: 8-9).
Es el poder misericordioso de Dios el que sostiene a los creyentes a través de las pruebas y las tentaciones.
En el Antiguo Testamento, podemos ver órdenes similares de *"estar firmes"* se relacionan con la presencia y la liberación de Dios.
Por ejemplo, en Éxodo 14:13, Moisés ordena a los israelitas que se mantengan firmes y sean testigos de la salvación de Dios de los egipcios: *"No teman; estén firmes y vean la salvación que el Señor hará hoy por ustedes. Porque los egipcios a quienes han visto hoy, no los volverán a ver jamás"*.
La instrucción de Pablo en Efesios 6:14 se alinean con otros pasajes de permanecer firmes.
En 1 Corintios 16:13, Pablo exhorta a los creyentes, diciendo: "Estén alerta, permanezcan firmes en la fe, pórtense varonilmente, sean fuertes" .
La vigilancia, la firmeza y la fortaleza de los creyentes no proceden de su propia fuerza, sino del poder del Señor.
En Efesios 6:14, el imperativo de Pablo de *"Estén, pues, firmes"*, es un grito de guerra para que los creyentes mantengan su posición en Cristo en medio de la guerra espiritual.
No somos "sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina" (Efesios 4:14).
Nos mantenemos sobre la roca sólida de la verdad de Dios, revelada en Cristo.
Esta postura es una poderosa expresión de fe en la autoridad y el poder soberano de Dios.
Dios es la fuente de nuestra fortaleza y protección contra el mal. Como declara el salmista, *"Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones"* (Salmo 46:1).
Por eso, "Estén, pues, firmes" (Efesios 6:14) es tanto, una orden como una declaración de la posición segura que los creyentes tienen en las manos de Dios (Juan 10:28) 📖
Leer y meditar la Escritura es nuestro alimento espiritual.
ReflexionLeer y meditar la Escritura es nuestro alimento espiritual.
Leer y meditar la Escritura es nuestro alimento espiritual.
Leer y meditar la Escritura es nuestro alimento espiritual.
Si lo hacemos, entendemos que debemos practicar siempre una regla esencial, la regla de oro.
“»Y así como quieran que los hombres les hagan a ustedes, hagan con ellos de la misma manera.”
Lucas 6:31
Esta es una regla básica en nuestras vidas.
Cuando somos amables, normalmente despertamos amabilidad en otros.
Y si queremos que nos traten bien, debemos dar ese trato.
No estamos hablando de buscar la aprobación de todos, porque eso sería otro tema, además de imposible.
Hay personas adictas a la aprobación y por eso muchas veces se hacen excesivamente complacientes y, como todo lo que sobrepasa los límites, es algo dañino.
Busquemos siempre complacer a Dios.
Esto es lo que Jesús nos enseñó y por tanto debemos seguir.
El desafío que tenemos cada uno de nosotros es de asemejarnos a Cristo, para poder impactar a otros y guiarlos a creer en Él.
La humildad, la continua disposición al servicio y el amor con lo que hacemos las cosas, debe ser el carácter distintivo de todo hijo de Dios.
Jesús mostró este carácter, al lavar los pies de sus discípulos, mostró paciencia, humildad y amor.
Vivamos mostrando esa amabilidad, sencillez y seamos portadores de paz.
Recordemos siempre la regla de oro, No digamos cosas , que no nos gustaría que nos dijeran, no tengamos una mala actitud que no nos gustara que tengan con nosotros, pensemos bien lo que vamos hacer y decir.
Recordemos la Regla de Oro al pensar , al hablar...y al accionar.
La pregunta que nos llevaría a meditar continuamente es :
¿Me gustaría que me trataran así?
¿Me gustaría que me hablaran de esa manera ?
No nos olvidemos que, nuestras palabras tienen capacidad de hacer bien o mal, pero más...nuestras acciones.
Nuestras acciones, hablan más, que cualquier palabra que digamos.
Por tal motivo, dice el Señor , piensen bien lo que van hacer...
Pidamos al Señor que nos de Sabiduria.
Seamos sensatos , prudentes y vivamos como hijos de Dios.
“Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.”
Santiago 1:5-6
Un miembro peligroso
Casa de Oración Resistencia ChacoUn miembro peligroso
Un miembro peligroso
La lengua 👅🗣️
"La lengua" se utiliza en toda la Escritura de forma literal y metafórica, especialmente en Salmos, Proverbios y Santiago.
La lengua es *"un miembro pequeño"* (Santiago 3:5), sin embargo, Proverbios 18:21 dice que *"la muerte y la vida están en poder de la lengua"*.
Esto es cierto tanto si hablamos de "vida y muerte" espiritual, física o emocional.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la palabra *lengua* suele hacer referencia a lo que se habla.
Se trata de un tipo especial de figura retórica llamada metonimia, en la que una palabra sustituye a otra estrechamente relacionada.
Un ejemplo común de metonimia se ve en esta frase: *"La Casa Blanca emitió un comunicado"*.
Por supuesto, la Casa Blanca, como edificio, no puede emitir declaraciones; sin embargo, en este caso, Casa Blanca se refiere al Presidente, que vive allí.
Del mismo modo, cuando Proverbios 15:4 afirma: *"La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu"*, lengua es una metonimia.
Obviamente, una lengua literal, carnal, no puede quebrantar el espíritu humano, pero las palabras que la lengua produce sí pueden.
*Lo que afecta en el ámbito Espiritual:*
Lo que produce nuestra lengua tiene implicaciones eternas, ya que nuestra boca revela lo que hay en nuestro corazón.
Jesús dijo que *"el hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas"* (Mateo 12:35).
Isaías sitúa las palabras al mismo nivel que las acciones para mostrar un corazón pecador (Isaías 59:2-3). *"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio"* (Mateo 12:36).
Si tratamos de dominar nuestra lengua en nuestras fuerzas, seriamos totalmente incapaces de "domar la lengua" porque *"es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal"* (Santiago 3:8).
Una lengua dominada es...resultado de la obra del Espíritu Santo.
Necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados , recibir a Jesucristo en nuestro corazón, vivir su evangelio y cambiar nuestra manera de hablar para no ser juzgado por nuestras imprudencias .
La palabra de Dios es clara , seremos juzgados según lo que hablemos ...según sean nuestras palabras:
"Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12:37).
Cómo afecta en nuestra vida diaria las palabras :
Proverbios 18:21 – porque la lengua puede causar la vida y la muerte física – no necesitamos agotar nuestra imaginación.
Las palabras crean acciones, buenas y malas.
Un juez o un jurado, con solo decir una palabra, puede hacer que una persona muera o viva.
Diariamente las palabras salvan vidas:
un médico aconseja una operación, un meteorólogo emite un aviso de tornado, un consejero da esperanzas a un suicida.
A la inversa, las palabras también pueden matar: los asesinatos muchas veces se originan por discusiones u odios verbalizados.
Por tanto, en el sentido de provocar una acción, la lengua tiene poder de vida y muerte.
Cómo afecta en la parte Emocional:
Las emociones son afectadas poderosamente.
Santiago describe la lengua como "un fuego" (Santiago 3:6) -
*¿y quién no se ha quemado con ella?*
¿Quien no dijo algo que ha dañado?
¿ Quien no ha lastimado con sus malas expresiones ?
¿ Quien no se ha metido en asuntos que no debía ?
¿Quien no ha hablado mal de alguien ?
Pero...ahora que tenemos al Espíritu de Dios podemos ser de bendición a los demás .
Proverbios 15:4 describe una lengua "sanadora" como "un árbol de vida".
Por mucho que el amor sea una acción... *¿qué sería del romance sin palabras?*
El ánimo suele llegar a través de las palabras.
Lo mismo ocurre con el desánimo.
*"Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada"* (Proverbios 12:18).
La herida es emocional y profunda.
Lo que decimos puede tener un efecto profundo en los demás.
Dios nos hizo seres expresivos, por lo que estamos casi perdidos sin comunicación.
Por eso tenemos grabaciones de audio y Braille para los ciegos, lenguaje de signos para los sordos y escritura para cualquiera que tenga algo que decir desde lejos.
De hecho, el habla tiene enormes implicaciones, sobre todo como vehículo para compartir el Evangelio (Romanos 10:14).
Por eso se nos ordena que controlemos la lengua, *"guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño"* (Salmo 34:13).
El lenguaje de un cristiano debe honrar en todo tiempo al Señor:
con la lengua "bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así" (Santiago 3:9-10).
Que el Señor nos ayude a ejercer dominio propio sobre nuestras lenguas, y que todo sirva para edificación a los demás.
Dios es Fiel
Casa de Oración Resistencia ChacoDios es Fiel
Dios es Fiel
*"Dios todo lo hizo hermoso en su tiempo, y puso eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin."* – Eclesiastés 3:11
A veces queremos respuestas inmediatas, pero Dios tiene un tiempo perfecto para todo. Aunque no siempre entendamos su obra, podemos confiar en que Él está orquestando cada detalle de nuestra vida con propósito y amor. ¡Descansá en su plan y caminá con fe!
Busca al Señor
Casa de Oración Resistencia ChacoBusca al Señor
Busca al Señor
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. *Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.*
Mateo 6:5-8 📖
En nuestra rutina diaria hay innumerables voces que compiten por nuestra atención.
Nuestros hijos, nuestros jefes, nuestros seres queridos, la atención constante por ver si recibimos un mensaje en nuestro celular, las redes sociales etc.
En medio de todas estas demandas en competencia, puede ser difícil discernir la voz más importante de todas: *la de nuestro Padre celestial.*
¿Es de extrañar, entonces, que a veces parezca distante o que no podamos entender con claridad lo que trata de decirnos?
Iglesia si no nos enfocamos en buscar comunión con el Señor, si no ponemos de nosotros para apartarnos de las ruidosas demandas de la vida, nuestra capacidad de escuchar la voz de Dios se debilitará.
Cristo estaba muy consciente de la necesidad de apartarse para orar y meditar en las Sagradas Escrituras.
Al enseñar a los discípulos a orar, el Señor les dijo que entraran en sus habitaciones y cerraran la puerta (Mt 6.6).
Sabía que, para comunicarse con el Padre, era *indispensable* “poner en orden” nuestra lista de prioridades... desconectarnos de nuestras tareas y escuchar su voz.
Somos bendecidos —y al mismo tiempo maldecidos— con una comunicación constante por medio de nuestros teléfonos, tablet y computadoras.
No solo tomamos esos habitos de pasar mayor parte del día conectados, si no también le estamos enseñando a nuestros hijos lo mismo.
La verdadera comunión con el Señor exige un tiempo a solas.
Así que, para tener una oración efectiva:
*Apaguemos la TV.
*Apaguemos la música
*Dejemos por un momento el celular
Y...dispongamos nuestro corazón para escuchar su voz y recibir su guía.
Haga un hábito, no importa si comienza con 5 minutos...la oración eficaz del justo puede mucho.
Serie: Bajo la buena mano de Dios
MensajeSerie: Bajo la buena mano de Dios
Serie: Bajo la buena mano de Dios
Es posible que al llegar a un pasaje como Esdras 2 se pregunte ¿Cómo puede esta larga lista de nombres difíciles de pronunciar ayudarme a vivir para Cristo? Pero, en este estudio vemos como aún esta sección de la Escritura es util para equipar al creyente para toda buena obra. ¡No se lo pierda!
Introducción
Alguien me envió un artículo interesante titulado, “Sabiduría joven.” Permítame leerle un extracto.
Un niño de tres años fue con su padre a ver unos gatitos. Al regresar a casa, le informó con entusiasmo a su madre que había visto dos gatitos machos y dos gatitas. Su madre le preguntó, ¿Cómo lo sabes? “Porque papa los levantó y los miro por debajo,” contestó, “creo que tienen la etiqueta abajo.”
Otro niño de tres años se puso los zapatos solo. Su madre notó que se había puesto los zapatos al revés. Así que le dijo: “Hijo, tus zapatos están en los pies equivocados”. Él la miró por un momento confundido y luego dijo: “Mamá, estoy seguro que estos son mis pies”.
En el primer día de clase, una maestra de jardín de infantes le informó a sus estudiantes las reglas del salón de clases. Les dijo, “Si alguien tiene que ir al baño, levante dos dedos.” Una vocecita desde el fondo preguntó, ¿Y eso en que me va a ayudar?
Es divertido ver a los niños aprender y madurar de a poco a veces cometiendo errores inocentes. Y como creyentes, somos llamados a crecer y madurar en la fe, entre otras cosas, a través del ejemplo de otros en las páginas de la Escritura. Algunos nos brindan ejemplos buenos y otros malos, pero todos son para nuestra instrucción.
En 1 Corintios 10:6, se nos dice que la historia de Israel debe servir de ejemplo para que nosotros hoy vivamos una vida que honre a Dios. Y luego, 2 Timoteo 3:16-17, nos dice que toda la Escritura es útil para equipar al creyente para toda buena obra.
Lecciones Ocultas
¡En una Lista de Nombres!
Francamente, al llegar a un capítulo como Esdras 2, esas declaraciones se ponen a prueba. ¿Cómo puede una lista de nombres, difíciles de pronunciar, ayudarnos a vivir para Cristo?
Bueno, antes de comenzar nuestro estudio de este capítulo, permítame darle tres lecciones que podemos aprender de una lista de nombres.
La primera lección es que Dios conoce a las personas por nombre.
Isaías, capitulo 45, versículo 3 dice,
“…para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.”
Dios jamás ha perdido de vista a una sola persona. Los muros de Babilonia y el poder de Persia no han borrado su memoria. El conocía a cada uno de los cautivos por nombre. Sabia cuántos hijos habían tenido. Sabía todo en cuanto a su familia.
Cuando estuve en la India me encontré con un astrólogo hindú. Él me prometió que podía decirme todo en cuanto a mi pasado y mi futuro. Así que lo desafié a que comenzara diciéndome mi nombre. Como no pudo, aproveche para presentarle a mi Dios, cuyo nombre es Jesucristo y que, a propósito, sabe cómo me llamo.
La segunda lección es que el Señor usa gente común para Su gloria.
Personas comunes y corrientes que decidieron reconstruir el Templo y luego reconstruirían la ciudad de Jerusalén. Eran personas que no poseían habilidades extraordinarias; pero que tenían una disposición extraordinaria.
Aún en la actualidad, la Iglesia de Cristo avanza por los pequeños empujones de personas comunes que, por la fe en Dios, hacen cosas fuera de lo común para Dios. Tal como dice 1 Corintios 1:26 y 27:
“…no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios…”
Miles de personas comunes comenzaron un viaje de fe que los llevaría a través de territorio peligroso por más de cuatro meses. Los llevaría de vuelta a su tierra desolada para reconstruir el templo y la ciudad que se había transformado en una pila de escombros.
“¿Cómo vamos a hacerlo?”
“No sabemos cómo, pero si sabemos Quién.”
Si pudiéramos tener esa fe, como escribió William Carey, podríamos…
Esperar grandes cosas de parte de Dios e intentar grandes cosas para Dios.
3. La tercera lección es que el Señor cumple Sus promesas a Su pueblo.
Encontramos la palabra clave en Esdras 2:1. Leamos el versículo entero.
“Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de aquellos que Nabucodonosor rey de Babilonia había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad.”
La palabra destacada es “subieron” que también se traduce “regresaron.” El último versículo de este capítulo, el versículo 70, resume ese retorno.
“Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los del pueblo, los cantores, los porteros y los sirvientes del templo en sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades.”
Dios prometió que regresarían después del cautiverio en Babilonia. Estoy seguro de que los judíos pasaron muchas noches preguntándose, ¿Cómo va a hacer Dios para llevarnos de regreso?
Jeremías animó a los exiliados con el famoso pasaje en el capítulo 29, versículos 10 al 11.
“Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. 11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Este pasaje fue escrito para nuestra instrucción y ánimo también. Dios tiene un plan para nosotros, y podemos confiar que Él será fiel a sus promesas. Así que, cuando se encuentre en el medio de la oscuridad y el temor, descanse al saber que Dios no lo ha abandonado. Él nos prometió, en Hebreos capitulo 13, versículo 5,
“…porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré…”
Y si Dios dijo que Su pueblo iba a regresar ¡Ellos iban a regresar! ¡Ellos iban a tener el fin que esperaban! Volver a la tierra prometida… tal como Dios les había prometido.
Entonces en Esdras, capitulo 2, descubrimos mucho más que una lista de nombres – descubrimos una declaración de la fidelidad de Dios.
Una Mención Honorable
en la Búsqueda de la Fe
Ahora, miremos con más detenimiento estos nombres. Podemos categorizarlos muy fácilmente, ya que Esdras decidió anotarlos así.
En la primera categoría se encuentran los nombres de los líderes.
Encabezando la lista, en Esdras versículo 2, tenemos a un hombre llamado Zorobabel. En el capítulo 1, versículo 8, se lo llama Sesbasar. En el capítulo 2, versículo 63 se lo llama Tirsata. Uno se pregunta si su madre era muy indecisa. Le gustaban muchos nombres para su bebé y decidió ponerle todos – pero ese no es el caso. Sesbasar era su nombre Babilónico. Tirsata es un título Persa que significa “gobernador” y la mayoría de las versiones en español lo traducen así. Y su nombre de pila era Zorobabel. Ese es el nombre que le pusieron sus padres. Significaba “descendió de Babilonia.” Eso nos indica que nació en el exilio, en Babilonia; y sus padres deseaban al menos, o tenían la esperanza que iba a regresar a Jerusalén.
Mas importante aún, Zorobabel era descendiente de Jeconías, uno de los últimos reyes de Judá antes de la deportación a Babilonia. De hecho, puede abrir su biblia en Mateo 1:12-13 y descubrir que dentro de la genealogía de Cristo está el nombre de Zorobabel. Él fue un descendiente del rey David, y ancestro del Señor Jesucristo. De haber habido un trono en Jerusalén, Zorobabel hubiera sido el heredero. Pero no había ningún trono en Jerusalén. De hecho, Jerusalén no era más que un montón de escombros.
Zorobabel, el rey legítimo, sin embargo, sería el líder valiente y fiel cuya pasión no era el trono, sino el Templo de Dios. Va a ser Zorobabel quien supervise la reconstrucción del Templo.
Piénselo, que mejor persona para sacar al pueblo de Babilonia y llevarlos a Jerusalén que un descendiente del Rey David y un ancestro del Señor Jesús – El Hijo de Dios quien tenía prometido un reino eterno y el trono de David.
La segunda categoría en esta lista son laicos según su tribu.
Lo vemos en el capítulo 2, versículos 3 al 20.
“Los hijos de Paros, 2172. 4Los hijos de Sefatías, 372. 5Los hijos de Ara, 775. 6Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, 2812. 7Los hijos de Elam, 1254. 8Los hijos de Zatu, 945. 9Los hijos de Zacai, 760. 10Los hijos de Bani, 642. 11Los hijos de Bebai, 623. 12Los hijos de Azgad, 1222. 13Los hijos de Adonicam, 666. 14Los hijos de Bigvai, 2056. 15Los hijos de Adín, 454. 16Los hijos de Ater, de Ezequías, 98. 17Los hijos de Bezai, 323. 18Los hijos de Jora, 112. 19Los hijos de Hasum, 223. 20Los hijos de Gibar, 95.”
La tercera categoría es la agrupación de laicos según su pueblo natal, en los versículos 21 al 35.
“Los hijos de Belén, 123. 22Los varones de Netofa, 56. 23Los varones de Anatot, 128. 24Los hijos de Azmavet, 42. 25Los hijos de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot, 743. 26Los hijos de Ramá y Geba, 621. 27Los varones de Micmas, 122. 28Los varones de Bet-el y Hai, 223. 29Los hijos de Nebo, 52. 30Los hijos de Magbis, 156. 31Los hijos del otro Elam, 1254. 32Los hijos de Harim, 320. 33Los hijos de Lod, Hadid y Ono, 725. 34Los hijos de Jericó, 345. 35Los hijos de Senaa, 3630.”
No se nos dice nada acerca de ellos, pero estos eran los carpinteros, albañiles, campesinos, y los que cortaban las piedras. Eran las personas comunes que fueron llamadas por Dios para seguirlo en esta desafiante aventura de fe.
La cuarta categoría es la de los sacerdotes, en los versículos 36 al 39, que se nombran según sus familias.
“Los sacerdotes: los hijos de Jedaías, de la casa de Jesúa, 973. 37Los hijos de Imer, 1052. 38Los hijos de Pasur, 1247. 39Los hijos de Harim, 1017.”
Era muy importante que estas personas pudieran probar su linaje. Recuerde que el sacerdocio era hereditario –tenían que ser descendientes de Aarón. Si no podían probar su linaje, podían ser impostores y convertirse en una amenaza a la obra sagrada del ministerio delante del Señor. Vamos a ver un ejemplo de esto más adelante.
La quinta categoría es la de los Levitas.
Ellos servían en el templo y, tal como los sacerdotes, ellos también necesitaban probar que tenían el linaje adecuado. Se nos muestra su conexión familiar en el versículo 40.
“Los levitas: los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de los hijos de Hodavías, setenta y cuatro.”
Luego, en el versículo 41, encontramos la sexta categoría, la de los cantores.
Había 128 voces en el coro del gran músico Asaf.
“Los cantores: los hijos de Asaf, ciento veintiocho.”
Asaf era un gran músico que, a propósito, tuvo un comienzo muy humilde. Su primera tarea fue hacer sonar los címbalos de bronce durante la ceremonia en la que se trajo el Arca del Pacto al nuevo tabernáculo. Eso lo vemos en 1 Crónicas 15:16-19. Luego, en el capítulo 16, versículos 4 y 5, David designó a Asaf para servir en la alabanza al Señor. Después, en el mismo capitulo, versículos 7 al 37, lo vemos liderando a Israel en una canción de adoración.
Finalmente, encontramos el nombre de Asaf como autor y compositor de una colección de Himnos sagrados, en los Salmos 50 y 73 al 83. También vemos que él estableció una asociación de músicos profesionales cuya tarea y gozo era hacer y tocar música para la gloria de Dios.
Fíjese ahora, en el versículo 42, la séptima categoría es las de los porteros.
“Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita, los hijos de Sobai; por todos, 139.”
Los porteros eran los encargados de rechazar o admitir a los que querían visitar el Templo. También eran responsables de supervisar las ofrendas y de cuidar los depósitos de comida y bienes. En la mejor época del reinado de David, había cuatro mil de porteros. Tenían que ser hombres íntegros, que no cedieran a ningún tipo de soborno.
Luego, en los versículos 43 al 58, la octava categoría es las de los sirvientes, según su tribu.
“Los sirvientes del templo: los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, 44los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Padón, 45los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Acub, 46los hijos de Hagab, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán, 47los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reaía, 48los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49los hijos de Uza, los hijos de Paseah, los hijos de Besai, 50los hijos de Asena, los hijos de Meunim, los hijos de Nefusim, 51los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harhur, 52los hijos de Bazlut, los hijos de Mehída, los hijos de Harsa, 53los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema, 54los hijos de Nezía, los hijos de Hatifa.
55Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Peruda, 56los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, 57los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Ami.
58Todos los sirvientes del templo, e hijos de los siervos de Salomón, 392.”
Piense en ellos de esta manera – estos nombres representan tradición y habilidades trasmitidas por más de cincuenta años. Escondido en esta lista está el principio de que Dios, no solo preservó a su pueblo, sino que también preservó los propósitos que tenía para Su pueblo.
Finalmente, en los versículos 59 al 63, se nos da la novena categoría:
Extranjeros que no podían probar un linaje judío o sacerdotes que no tenían registro de su genealogía.
“Estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer que no pudieron demostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel: 60los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos. 61Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai galaadita, y fue llamado por el nombre de ellas. 62Estos buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio, 63y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim.”
Ellos fueron excluidos del sacerdocio, pero no de la promesa.
De hecho, leemos en Esdras 6:21 – un versículo precioso – que, si bien no fueron ser sacerdotes al no poder comprobar su genealogía, podían participar de la Pascua. Podían ser parte de la compañía de creyentes que habían depositado su fe en la sangre del cordero que, muchísimos años atrás, había sido rociada en los postes y dinteles de las puertas para librarlos del ángel de la muerte.
En la actualidad, no importa de qué linaje o nación sea usted, si ha depositado su fe en el Cordero de Dios como su Salvador personal, también puede cantar la canción de redención.
Consejos Útiles para
Arpistas Interesados
He aquí un par de consejos para aquellos que estén interesados en sumarse a Asaf para cantar alabanzas a Dios.
Se necesita un compromiso de fe para crear música para el alma.
Una de las características de los creyentes, en esta era de la iglesia, es que cantan. Se le dice a la Iglesia en Efesios 5:19 y también en Colosenses 3:16, que debemos cantar canciones con nuestros labios y corazones al Señor.
Me encanta la mención de los porteros y de los cantores porque su fe es evidente. Tenemos un grupo de porteros, pero aún no hay puertas para cuidar. Leemos del grupo de cantores, pero aún no había un templo donde cantar. Si Dios no cumplía su palabra, no habría nada de que cantar en el futuro.
Un autor lo puso de esta manera:
Fe es descansar en el hecho que Dios tiene un propósito al dejarme en el planeta tierra, incluso cuando me siento inservible para Él y una carga para los demás.
Parecía inútil ser cantor o portero en aquellos días. Parecía una pérdida de tiempo mantenía la tradición familiar. Pero Dios tenía un plan, y su fe en Él, eventualmente, se convirtió en una realidad.
Se necesita la cualidad de la obediencia para componer música en el corazón.
Uno casi puede escuchar la melodía y sentir expectación de estas personas que han sido obedientes y regresaron. Escucharon las palabras de los profetas Jeremías, Hageo y Zacarías. Van rumbo a la tierra prometida.
Y le aseguro que su tiempo en Babilonia no fue un tiempo para cantar. No se compusieron más canciones. ¿Cómo lo sabemos? Le invito a leer el Salmo 137. Dice:
“Junto a los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de extraños? Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.”
En otras palabras, “En Babilonia, no cantamos, llorábamos de angustia. Habíamos desobedecido a nuestro Señor. Ignoramos Su palabra. Colgamos nuestras arpas. No había ni música, ni canción.”
Pero ahora, que regresaban a casa, tenían una canción otra vez. Era tiempo de reunir a los hijos de Asaf, era tiempo de buscar las arpas y afinarlas.
A propósito, si lee los últimos capítulos de Apocalipsis, encontrara las canciones cantadas al Cordero. Leemos de los cuatro aleluyas que se cantarán. También encontramos que en los nuevos cielos y la nueva tierra habrá un cántico nuevo – habrá música increíble.
Cuando cantamos juntos, como congregación, solo estamos preparando la garganta para el concierto de nuestras vidas. Si usted es un hijo de Dios, mejor vaya aprendiendo a cantar. ¿Cómo? De la misma manera que los deportados a Babilonia comenzaron a cantar de nuevo: con una decisión de fe y un acto de obediencia. Fe y obediencia, aun cuando los planes de Dios parecen imposibles.
Mejor que hagamos como los Israelitas que estaban dejando Babilonia, regresando junto al río, buscando las arpas y afinándolas.
La música es el resultado de fe y obediencia.
Conclusión
Hace unos doscientos años, una mujer estaba leyendo en su carruaje. Sentado frente a ella se encontraba un hombre mayor. Ella comenzó a tararear una canción, uno de sus himnos favoritos. De repente, notó que el hombre comenzó a llorar. Ella se detuvo y le preguntó si estaba bien. ¿Por qué estaba tan triste?
Él le dijo, “Señora, me llamo Robert Robinson. Ese himno que usted estaba tarareando lo escribí yo, y la letra me trajo gran convicción. Como verá, a causa de mi desobediencia a Dios, hace mucho que no la puedo cantar.”
El Señor uso esa conversación en ese viaje para restaurar a Robert Robinson en su relación con Dios y poder así cantar de nuevo.
El Himno se titula, “Fuente de la vida eterna,” y dice:
Fuente de la vida eterna
y de toda bendición,
Ensalzar tu gracia tierna
debe cada corazón.
Tu piedad inagotable,
abundante en perdonar,
Único Ser adorable,
gloria a ti debemos dar.
De tu gracia cada día
reconozco soy deudor
Tu bondad como cadenas
ata a Ti mi corazón
A alejarme soy propenso
a dejar al Dios de amor
Mi alma en tus manos dejo
poderoso Protector
Nosotros somos muy propensos a alejarnos también, ¿no es verdad? Nos cuesta obedecer y tener fe.
Ya que pecamos y nos alejamos, permítame recordarle de aquel día en el futuro donde la desobediencia ya no será posible, cuando cantemos la canción de los redimidos por la eternidad. Confirmados en santidad, cantaremos como nunca. Vamos a hacer música por un largo tiempo.
Así que no espere hasta ese entonces. Busque su arpa y afínela en una decisión de fe, un acto de obediencia, y comience a cantar canciones de adoración.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.
A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.
La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com
Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com
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